Proporciona un acabado aterciopelado, confiriendo un efecto natural y luminoso al rostro, uniformando el tono y retirando el brillo excesivo.
Mantiene la hidratación de la piel, tiene duración prolongada y resistencia al agua.
¿Cuál es la diferencia entre el Polvo Compacto y Polvo Suelto?
Polvo compacto: Se aplica con una esponja seca, otorgando pequeños golpecitos sobre el rostro para sellar las correcciones y la base aplicada. Hay que tener cuidado con el exceso en su aplicaicón, porque envejece acentuando las líneas de expresión.
Polvo suelto: Sella la base y protege la piel contra la aparición de brillo producida por la glánduña sebácea. Se aplica con una brocha ancha, sacudiéndola para evitar una distribución irregular. Nunca se debe usar el polvo suelto sin aplicar base; por ser volátil, necesita sostener sobre una zona húmeda, logrando así una mayor fijación del producto.
¿Cómo elegir el color?
Por lo general el polvo debe ser del mismo color de la base aplicada. Sin embargo, dependiendo de su tono de piel, podrá ser necesario usar un color de polvo diferente al tono de la base aplicada, pudiendo ser más claro o más oscuro, para la obtención de un resultado final más homogéneo y natural.
Aplicación
Con una brocha de costado, retire el polvo del envase, elimine el exceso y aplique por los laterales de las cerdas.
Realice movimientos de suave comprensión, después de leves pinceladas por todo el rostro.
Cuidado con la aplicación excesiva de polvo en pliegues (ojos, labios), pues eso puede resaltar aún más las líneas existentes.
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